La
caries dental se
asocia también a errores en las técnicas de higiene, falta de cepillado dental,
o no saber usar bien los movimientos del
lavado bucal, ausencia
de
hilo dental, así como también, y en mucho menor medida, con una
etiología genética. Se ha comprobado así mismo la influencia del PH de la
saliva en relación con la
caries.
Tras la destrucción del
esmalte, la
caries ataca a
la dentina y alcanza la pulpa dentaria produciendo su inflamación, pulpitis, y
posterior necrosis (muerte pulpar). Si el diente no es tratado puede llevar
posteriormente a la inflamación del área que rodea el ápice (extremo de la
raíz) produciéndose una
periodontitis apical, y pudiendo llegar a
ocasionar un absceso dental, una celulitis o incluso una Angina de Ludwig.